Estaba yo preparando material para una de las sesiones de formación del programa de formación en supervisión y coaching sistémico que dirijo y que desarrollamos en colaboración con Eutokia Bilbao. El tema Principios de consultoría sistémica. Buscaba en mis discos duros, archivos y memorias… En esto me encuentro con una presentación para un taller que me encargaron desde el INSONA. “La Complejidad como desafío, el Asesoramiento como respuesta”,
El nombre pomposo del taller:
Experiencias sistémico-constructivistas. El manejo del espacio y otras técnicas activas utilizadas en el asesoramiento a organizaciones que se desarrollan en contextos sociales, complejos y problemáticos.
Os adjunto la presentación que acompaño al taller:
Esta se entiende mejor con el texto – marco en que me basé para desarrollarlo.
Recuerdo que la experiencia como muy un momento muy satisfactorio y creativo donde pude compartir con los colegas que asistieron al taller algunas herramientas sistémicas que comenzábamos a aplicar al espacio de trabajo con organizaciones. La idea era ir un poco más allá de las estructuras dialógicas. Entonces ya nos rondaban por la cabeza algunas ideas que llevamos a nuestras prácticas.
Agradezco el haber sido invitado a participar en aquel espacio por Jesús Hernández Aristu, responsable del INSONA, supuso un reconocimiento e impulso para el trabajo que veníamos desarrollando.
En aquellas jornadas, me ocurrió algo interesante, como cliente participé en un taller en el que pude tomar contacto con las Constelaciones Organizacionales. Uno de los facilitadores nos propuso experimentar con un caso la metodología. Sin yo saberlo, la experiencia, marcaría mi futuro y el de nuestra empresa positivamente. Me guardo el tema trabajado por cuestiones de discreción. Si quiero poner de relieve que en estos días de noviembre de 2003, mi discurso como facilitador – supervisor, asesor, coach- era fundamentalmente constructivista. La vivencia y la apertura a la toma de decisiones – en el espacio propio y personal – desde el plano fenomenológico me dejo perplejo y en estado de positiva confusión durante unos días.
Hoy en día, diez años después, gracias a la suma, a la acumulación de experiencias y a una perspectiva ciertamente integradora, en mi práctica, combino en una visión sistémica, interacciones constructivistas sobre la realidad junto a procesos fenomenológicos facilitados a través de herramientas diversas, entre ellas, las Constelaciones Organizacionales.
Como en casi todas las cosas que nos acontecen en esta vida, siempre hay pequeños detalles, pequeños hitos en el tiempo que no conviene olvidar. Quizás, aunque aseveré con rotundidad que “ayer se fue y mañana todavía no ha llegado”… frecuentemente, necesito para atrás para dar sentido al futuro. Serán cosas de la edad.
COMO PEZ EN EL AGUA 